La OPEP y sus aliados han decidido extender los recortes de producción hasta finales de diciembre. Esta medida es impulsada por Arabia Saudita y Rusia, quienes desean estabilizar los precios del petróleo Brent, que actualmente rondan los 80 dólares por barril, un nivel que consideran crucial para sostener las economías de sus miembros. Además, se prevé que la oferta siga limitada en 2024, con Goldman Sachs estimando un precio promedio de 92 dólares debido a un déficit global de suministro.
Sin embargo, la OPEP ha ajustado ligeramente a la baja sus previsiones de demanda de petróleo para 2024, reflejando expectativas menores de crecimiento económico, particularmente en China y Estados Unidos. A pesar de este ajuste, la demanda proyectada sigue por encima de los niveles prepandémicos, con un crecimiento anual de 2,1 millones de barriles diarios.